Trasladar la tradición y saber hacer de sus casi 100 años a un local, no es tarea fácil. En este caso hemos trabajado como elemento base su color corporativo “marrón chocolate” junto a la madera.

Generar una visual acogedora y familiar que invite a entrar y degustar sus productos. Para ello la vitrina de exposición la hemos ubicado a la entrada del local de forma que genere un impacto visual y olfativo al cliente.

Los materiales empleados y colores recuerdan su tradición e historia. Las paredes están decoradas con fotos antiguas y elementos tradicionales empleados en la elaboración de los productos.

Restiling del local para adecuarlo a las necesidades del cliente actual, ampliando la oferta de productos y horarios. Lo único que se ha mantenido es el obrador, el resto de las instalaciones, materiales y elementos son nuevos. Esta reforma nos ha permitido generar dos terrazas en el local, una en la fachada y otra interior.